Reseña por Pablo Barrera / imagen del tráiler de la cinta
Aquaman And The Lost Kingdom
La última entrega de Aquaman es también la última del DCEU. Y es que Jason Momoa y compañía probablemente no regresen al nuevo universo cinematográfico que está construyendo James Gunn, por lo menos no en los papeles en los que se han desempeñado.
Momoa regresará si, pero como Lobo en la película de Superman, la cuál será dirigida por el mismo Juanito Pistolas.
Pero y a todo esto, como finaliza el antiguo universo, el cual no termino nunca de cuajar. Bueno, podemos decir brevemente que lastimosamente la secuela de la exitosa cinta que lanzara James Wan en el 2018 y que fuera la única en lograr el billón de dólares.
Ni siquiera la película de la Liga de la Justicia logró eso. Bueno, de esa cinta hecha por Josh Wheedon ya ni hablamos, aunque Warner se redimiría un poco al permitir el lanzamiento del Snyder Cut, el cual muchos consideran una obra de arte, la verdad es que a pesar de todo este universo ya estaba muy tocado.
Pero regresando al meollo del asunto. ¿Termina bien este universo con Aquaman 2? Pues debo decirles que, pues la verdad no mucho.
Es decir, la película es pasable, entretenida, pero hasta ahí nada más. Cómo final, realmente no se siente un final en si, ya que y sin ánimo de hacerles spoilers, pues Aquaman enfrenta a Black Manta -el clásico villano de Aquaman, que regresaría para enfrentar la muerte de su padre en la primer entrega- con la ayuda de su medio hermano Orm, quien se encontraba preso en el desierto por intentar usurpar el trono de Arthur Curry en la primer cinta, ahora se vuelve su aliado.
Esto para evitar que Black Manta despertara a un villano antiguo de Atlantis que podía poner en jaque al mundo entero. Ya saben, las típicas tramas de superhéroes.
Finalmente tras un viaje por diversas partes para develar todo lo dicho anteriormente y derrotar al villano en turno, que pues resulta siendo el villano genérico de siempre, Aquaman le da a Orm una oportunidad para empezar de nuevo y luego tenemos la casi intrascendental escena post-creditos con Orm comiendo una hamburguesa y de paso echándole una cucaracha como aderezo. No me pregunten como adquirió esos gustos tan extraños.
En fin, luego de todo lo que rodeo a la cinta, que para su presupuesto de $205 millones de dólares sin contar la publicidad, tan solo recaudó $378 millones de dólares con todo y taquilla mundial y de Estados Unidos, no es de ni de cerca un exito de taquilla. Y es que para ser considerado un block Buster tendría que haber recaudado al menos el triple de lo que logró.
Dejando de lado los números, el guión tampoco ayudo mucho y es que la cinta tenía previsto más el recrear la historia de los cómics en los que Aquaman y Mera pierden a su hijo. Debido al tono de esta historia, la misma fue modificada y entiendo porque fue así, pero creo que la trama de los cómics era mejor.
Con ello también se tenía, por obvias razones, una mayor participación de Mera, interpretada por Amber Heard, la cuál debido a la polémica por el juicio con Johnny Depp y todo lo que ello había implicado, salpicó también a la cinta, aunque dichos acontecimientos hayan pasado hace algún tiempo. Los fans y la audiencia simplemente no lo olvidan.
Fácilmente pudieron haber recasteado a la actriz, pero James Wan y los productores de la cinta no tomaron dicha decisión y redujeron en su lugar, el tiempo de aparición de Mera en la cinta, que no dura más de 10 minutos, eso sí, bien distribuidos a lo largo del film.
Las regrabaciones, el cambio en el guión, las polémicas de algunos actores y una poca efectiva campaña de marketing, sumado a que se sabía que probablemente esta película era el fin del DCEU y no tendría mucha o ninguna continuidad con el nuevo universo, a pesar de ciertos cameos, que tras la película de Flash, se eliminaron pues ya no tenían sentido, hicieron que está cinta terminará siendo el fracaso que es en taquilla y fuera el último clavo en el ataúd de un universo que empezó con muchas esperanzas con Man of Steel, pero que poco a poco, tras malas decisiones de los ejecutivos, cambios constantes sin una dirección clara, caprichos de ciertos productores y directores, aciertos y desaciertos en el camino y baja recaudacion en taquilla de algunas cintas, contrastando con el éxito de pocas entregas y un mediano desempeño en general, hizo que se cayera a pedazos de a poco.
Este final se siente agridulce, para un universo que daba para más y del cual se esperaba fuera la competencia digna de su archirival en la pantalla grande y solo el tiempo dirá si la nueva propuesta de Gunn, tendrá el éxito que se esperó, pero que el antiguo universo del DCEU no pudo lograr.